Para poder atacar a un enemigo, el medidor de concentración de tu personaje tiene que llenarse del todo. Cuando esto ocurra, comenzará automáticamente el turno de tu personaje.

Primero elige tu objetivo tocando el enemigo al que quieras atacar. Algunos efectos de estado pueden impedir que un enemigo se convierta en el blanco durante un turno.

A continuación, toca la habilidad que quieras utilizar en el objetivo. Los indicadores de supermovimiento y reutilización tienen que llegar a cero para poder utilizar estas habilidades.

Cuando se realice el ataque, el objetivo mostrará la cantidad de salud que ha perdido si el ataque ha sido efectivo y recibirá los efectos de estado apropiados. Si la salud del enemigo se reduce a cero, el objetivo caerá derribado.